La temporada alta trajo consigo un aumento drástico en el comercio electrónico, una parte fundamental para las ventas de los comercios minoristas. Fechas de consumo masivo tan tradicionales como la Navidad, y otros hitos adoptados por los colombianos como el Black Friday y el Cyberlunes, forman el ‘peak holiday season’.
Ya no se puede ignorar la importancia de internet en las empresas. Las grandes compañías tienen los recursos necesarios para montar páginas web robustas y grandes. Pero, a medida que ha evolucionado el mercado, es mucho más fácil que cualquier persona u organización tenga una presencia en línea importante.
Hace un año, en la Revista Dinero se daban a conocoer los datos que indicaban que en Colombia las ventas por internet continuan ganando terreno, principalmente en las categorías de bienes durables, según el estudio Global de Nielsen sobre Comercio Conectado, que indagó sobre los factores que influyen en la evolución de las compras digital. Los resultados señalaron que el 45% de los colombianos consultados vía online ha comprado alguna vez servicios de viajes a través del comercio digital (contra 41% promedio en Latinoamérica), 40% ropa o productos de moda (44% región); 39% dispositivos móviles o electrónicos personales (38% región), y 35% entradas para eventos (40% región).
El potencial
Según nos informa la CCCE, el comercio electrónico representó en 2017 aproximadamente 3% del consumo en Colombia, mientras que en Estados Unidos y en Europa, la penetración ya alcanza más del 10%. En el caso de Estados Unidos, desde 2015, la principal empresa de comercio electrónico, Amazon, sobrepasó en valor de mercado al principal retailer físico, Walmart, y actualmente lo duplica en valoración.
El crecimiento acelerado de este modelo (cerca de 20% anual) se fundamenta en tres macrotendencias:
1. Conectividad en aumento: en 2017, dos de cada tres ciudadanos colombianos accedieron con frecuencia a una conexión de internet. Este número aumenta aproximadamente cinco puntos por año, jalonado por la penetración de smartphones, los cuales ya constituyen más de la mitad de los celulares del país.
2. Crecimiento de la parte media de la pirámide socioeconómica: en la medida en que las familias colombianas aumentan su dinero disponible, empiezan a consumir nuevos bienes y servicios.
3. Problemas de movilidad: la migración del campo a la ciudad ha hecho que la población en las ciudades haya pasado de cerca 50% a mediados del siglo XX, a más de 70% en la actualidad. Este crecimiento, sumado a la penetración del automóvil (producto de la tendencia dos), ha llevado a problemas de movilidad en las principales urbes del país.
Como resultado de las tres tendencias anteriores, Colombia se encuentra preparada para migrar aceleradamente al consumo por Internet.
Sumado a esto, es importante recalcar que el acceso permanente a dispositivos móviles conectados, sin duda, ha transformado muchos hábitos, y la forma en que compramos no es la excepción. Con 3.500 millones de personas con acceso a internet en el planeta, las ventas en línea cada vez pesan más en el balance de los minoristas. En China por ejemplo, en 2015, representaron el 12,9% de las ventas minoristas; en Gran Bretaña y Estados Unidos, solo en los primeros 10 meses de 2016 ya alcanzaban el 12,5% y el 8,1% de las ventas totales, respectivamente.
Fuentes: Portafolio.co / ccce.org.co / Enter.co